Como os digo, la tía Cati nos regaló un cubo de aceitunas que había recogido del olivo de su huerto. Creo que la variedad es arbequina. Nos dio unas instrucciones para aliñarlas, pero lo hemos hecho un poco a nuestra manera. Si no sois lo suficientemente afortunados como para tener una tía Cati, quizás podáis encontrar en el mercado de abastos, sobre todo en Andalucía en temporada.
La materia prima |
Me ayudaron los peques de la casa. ¡Fue muy divertido! Aceitunas volando por todas partes porque resbalaban, chorritos de líquido que salían de las aceitunas cuando las golpeabas... Acabamos empapados, la cocina asquerosa, pero nos reímos muchísimo. Si queréis quitarle los huesos, este sería el momento; una vez que las machacas el hueso sale muy fácil. Lo único que hay que tener en cuenta es que sin hueso duran un poco menos que con hueso.
Una vez están todas machacadas, las cubrimos con agua. La tía Cati nos recomendó poner encima un platito para que todas las aceitunas quedaran por debajo del agua, porque si no hay algunas que flotan
y reservar. Cada día le vamos a cambiar el agua. Al principio es normal que el agua salga algo más oscura y aceitosa. Cada día que pasa, las aceitunas pierden más y más el amargor. La tía Cati nos recomendó tenerlas en agua 3 o 4 días, pero la verdad es que seguían muy amargas, y las tuvimos como 10 días. Hasta que las probamos y ya no sabían demasiado amargas.
Ahora queda lo divertido, aliñarlas. Esto es muy libre y cada uno lo hace de una manera, así que nosotros usamos lo que había por casa
Ingredientes:
-Cabeza de ajo, dientes machacados
-Un pimiento rojo en tiras
-Vinagre
-Romero
-Orégano
-Comino
-Sal
-Aceitunas, claro!
Ya os digo que hay mil maneras de hacerlo. Yo os digo la mía. Puse en el fondo del cubo un bueeeen puñado de aceitunas, un par de ajos, tiras de pimiento, las especias y un puñado de sal.
Después puse otra capa: más aceitunas, ajo, pimiento, especias y sal. Y luego otra capa, y otra y otra hasta que se acaba todo. Después añadimos el vinagre (casi un vaso)
Y después lo llenamos hasta arriba con agua. Así, los ingredientes no se quedan solo arriba, y cuando echamos el agua toda esa sal se convierte en salmuera
De nuevo platito por encima para que no floten (con la salmuera flotan aún más) y a guardar un par de días.
y un par de días después ya podemos disfrutar de nuestras aceitunas. Son bien amargas, sobre todo las mas verdes y las menos machacadas, pero a mí me encantan así. ¡Están buenísimas!
¡Si probáis, no dejéis de contarme!
Geniales!
ResponderEliminarYo tengo dos olivos, pero aún son demasiado chiquitillos para dar olivas, qué ganas de poder hacerlas! Mi padre las ha hecho toda la vida, aún recuerdo volver del pueblo con varias garrafas de aquellas gigantes... las curaba durante meses... estaban riquísimas!
Nosotros dejamos la ciudad para poder tener estas cosas... no hay nada como tener tu huertecito, tus huevos...
Cuántas veces vi hacer esto a mi abuela!!!ains...qué disfrutes de esas aceitunas!
ResponderEliminarVaya pintaza tienen!! esto me lo apunto que yo tengo algún olivillo en el campo y seguro que salen buenísimas. siempre hemos tenido curiosidad por saber como se hacían! Gracias!
ResponderEliminarSaludos!