lunes, 8 de diciembre de 2014

Aceitunas machacadas DIY

Nos encanta la filosofía DIY, hacer cosas tú mismo en lugar de comprarla. No solo con la costura, sino también la comida. En esta casa nos gusta hacerlo todo, desde el pan, la pasta... todo! Nos encantaría tener un huerto para hacerlo de verdad de cero, pero nuestro pequeño piso en la ciudad no nos lo permite. Pero afortunadamente para eso tenemos a la tía de mi marido, la tía Cati, que nos da cositas de su huerto. Así que esta vez hemos hecho aceitunas caseras, artesanales, DIY o como quieras decirlo. Estilo machadadas, camperas, bien fuertes.




Como os digo, la tía Cati nos regaló un cubo de aceitunas que había recogido del olivo de su huerto. Creo que la variedad es arbequina. Nos dio unas instrucciones para aliñarlas, pero lo hemos hecho un poco a nuestra manera. Si no sois lo suficientemente afortunados como para tener una tía Cati, quizás podáis encontrar en el mercado de abastos, sobre todo en Andalucía en temporada.

La materia prima
El primer paso es quitarles el amargor. Lo primero que hay que hacer es romperlas de alguna manera. Se pueden partir, rajar o machacar, les puedes quitar el hueso o dejárselo. Como quieras. En nuestro caso, las machacamos. Normalmente se hace con un mazo de madera con pinchitos (de los que se usan también para la carne), pero no teníamos, así que usé el cacharro del mortero.


Me ayudaron los peques de la casa. ¡Fue muy divertido! Aceitunas volando por todas partes porque resbalaban, chorritos de líquido que salían de las aceitunas cuando las golpeabas... Acabamos empapados, la cocina asquerosa, pero nos reímos muchísimo. Si queréis quitarle los huesos, este sería el momento; una vez que las machacas el hueso sale muy fácil. Lo único que hay que tener en cuenta es que sin hueso duran un poco menos que con hueso.



Una vez están todas machacadas, las cubrimos con agua. La tía Cati nos recomendó poner encima un platito para que todas las aceitunas quedaran por debajo del agua, porque si no hay algunas que flotan



y reservar. Cada día le vamos a cambiar el agua. Al principio es normal que el agua salga algo más oscura y aceitosa. Cada día que pasa, las aceitunas pierden más y más el amargor. La tía Cati nos recomendó tenerlas en agua 3 o 4 días, pero la verdad es que seguían muy amargas, y las tuvimos como 10 días. Hasta que las probamos y ya no sabían demasiado amargas.

Ahora queda lo divertido, aliñarlas. Esto es muy libre y cada uno lo hace de una manera, así que nosotros usamos lo que había por casa



Ingredientes:
-Cabeza de ajo, dientes machacados
-Un pimiento rojo en tiras
-Vinagre
-Romero
-Orégano
-Comino
-Sal
-Aceitunas, claro!

Ya os digo que hay mil maneras de hacerlo. Yo os digo la mía. Puse en el fondo del cubo un bueeeen puñado de aceitunas, un par de ajos, tiras de pimiento, las especias y un puñado de sal.

Después puse otra capa: más aceitunas, ajo, pimiento, especias y sal. Y luego otra capa, y otra y otra hasta que se acaba todo. Después añadimos el vinagre (casi un vaso)




Y después lo llenamos hasta arriba con agua. Así, los ingredientes no se quedan solo arriba, y cuando echamos el agua toda esa sal se convierte en salmuera



De nuevo platito por encima para que no floten (con la salmuera flotan aún más) y a guardar un par de días.



y un par de días después ya podemos disfrutar de nuestras aceitunas. Son bien amargas, sobre todo las mas verdes y las menos machacadas, pero a mí me encantan así. ¡Están buenísimas!


¡Si probáis, no dejéis de contarme!